***Previo al Equinoccio de Primavera 2025.
Por Bernabé Vallejo Olvera
PAPANTLA, VER.- (Marzo 06 del 2024) Cómo parte de las actividades dentro de la Cosmovisión de la ancestral cultura del Totonacapan; los integrantes del Centro de las Artes Indígenas, empezaron un nuevo ciclo de las ceremonias-rituales, que se realizan previamente al Equinoccio de Primavera así cómo del Festival Cumbre Tajín 2024.
La ancestral ceremonia, inicio el pasado Lunes 03 de Marzo del presente año, aproximadamente a las 18:00 horas y concluyó en las primeras horas de este Martes 04 de Marzo con los primeros rayos del Sol.
Dónde solicitaron; el permiso a sus deidades, se desarrolle sin contratiempos el Festival de la Identidad así como la petición de lluvias para sus siembras y cosechas.
Llevando a efecto, el ritual de “Corona de Espinas” (LILAKGAPAXTOKGNI TU NI TLÁN) en idioma TUTUNAKÚ, dónde en esta ceremonia de protección, se marca un circulo para simbolizar; el mundo terrenal, cósmico y espiritual; viviendo en equilibrio, ofrendando a los cuatro elementos, qué son: Abuela Madre Tierra, Abuela Agua, Abuelo Fuego y Abuelo Aire.
Durante la ceremonia, se coloca la mesa divina de la creación, (Putlawan), cómo objeto principal es la Corona de Espinas, cuyo acto del poder de Chichini-sol, cobrando sentido a la vida con su movimiento, transcurso, continuidad y protección de los seres vivos.






Se encienden 24 velas y 24 estrellas protectoras, qué hacen la unión del cielo con la tierra, los cuatro elementos y los cuatro rumbos horizontales y su eje vertical formando la unidad, el Cosmovisión Totonaca.
Esta ceremonia, que realizan los totonacas en vísperas de la Cumbre Tajín, donde se honra a los cuatro elementos igualmente, se ofrecen alimentos, bebidas, rezos para pedir el bienestar y alejar las energías malas.
Esta ceremonia, es encabezada por los abuelos y médicos tradicionales, acompañados por ángeles, la Corona de Espinas, fue celebrada por primera vez en 1939, por 12 sacerdotes de la congregación el Tajín, donde estuvo presente, el finado abuelo Juan Simbrón Méndez.
Desde entonces, está trascendental ceremonia es heredada de generación en generación hasta nuestros días y es parte fundamental para el pueblo de la región del Totonacapan.