Ciudad Mendoza, Ver.- La noche del viernes, un acto criminal de gran escala volvió a evidenciar las graves deficiencias en materia de seguridad pública en Ciudad Mendoza.
Sujetos desconocidos robaron más de una tonelada y media de cable de cobre de un pozo de Teléfonos de México (Telmex), dejando incomunicados a más de mil 800 clientes que dependen del servicio de telefonía e internet.
El robo ocurrió en un pozo ubicado en la intersección de las calles Mariano Matamoros y Primero de Mayo, en la colonia Obrera.
De manera impune, los delincuentes sustrajeron dos cables de 600 pares, dos más de 300 pares, uno de 200 y otro de 100 pares, todos de 120 metros de longitud.
El volumen del botín da cuenta de una operación logística considerable, que se ejecutó sin que la policía municipal –presuntamente encargada de la vigilancia– se diera por enterada.
La magnitud del robo no sólo se mide en términos económicos –aunque se estima que el cobre robado tendrá un alto valor en el mercado negro–, sino en el impacto directo a miles de familias, muchas de las cuales dependen del servicio para trabajar, estudiar o comunicarse.
Lo preocupante es que este tipo de delitos ya no parecen ser excepciones en el municipio. Más bien, se inscriben en una larga lista de hechos que dan cuenta de la vulnerabilidad de la infraestructura pública y privada, frente a una delincuencia cada vez más organizada, y de una autoridad local cada vez más ausente o rebasada.
Se espera que el servicio se restablezca este domingo, cuando personal de Telmex coloque el cobre.