Orizaba, Ver.- El gremio de taxistas en Veracruz, enfrenta una creciente ola de violencia e inseguridad, sumado al hostigamiento por parte de autoridades policiales, así lo denunció Jairo Guarneros Sosa, representante de la agrupación “Grito”, quien lamentó que en lo que va del año tres mujeres taxistas han sido asesinadas, sin que haya una respuesta contundente de las autoridades.
Uno de los casos más recientes y que ha causado gran indignación fue el de Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista, quien fue secuestrada y posteriormente localizada sin vida.
“Es lamentable la forma en que las autoridades han manejado este caso, ha habido una total falta de sensibilidad por parte de la autoridad competente.
El activista criticó también la postura del gobierno federal ante la violencia en Veracruz, afirmando que incluso la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado prioridad a temas mediáticos por encima de los crímenes contra mujeres trabajadoras.
“Mientras en Veracruz asesinan mujeres taxistas, la presidenta prefiere responder a un futbolista que pronunciarse sobre la violencia en el estado”, expresó.
Además del riesgo que representa la delincuencia organizada, los trabajadores del volante deben enfrentar el acoso de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes supuestamente utilizan los retenes o filtros de seguridad como mecanismos de extorsión.
“En los filtros de Huiloapan, policías estatales siembran droga a los compañeros para extorsionarlos. A uno le pidieron 8 mil pesos para no pasarlo a la Fiscalía. Luego lo justificaron diciendo que se trataba de una falta administrativa”, denunció Guarneros Sosa.
El representante de “Grito” subrayó que, además de la inseguridad, los taxistas enfrentan otras problemáticas como el aumento en los costos de gasolina, insumos, seguros, emplacamientos y tarifas. “Y si nos manifestamos por estos temas, todavía nos mandan a la fuerza pública”, advirtió.
Ante este panorama, urgió a las autoridades estatales a poner orden dentro de la corporación de seguridad, y a dejar de criminalizar a los trabajadores del volante.
“No puede ser que los taxistas tengamos que cuidarnos tanto de los delincuentes como de la propia policía”, finalizó.