Yanga, Ver.- Durante el Primer Foro Cañero Regional Córdoba-Golfo realizado en este municipio, el director del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca), Luis Ramiro García Chávez, reconoció que el mercado azucarero mexicano enfrenta una crisis severa derivada de una suma de factores que van desde la caída en la productividad, el ingreso legal de azúcar extranjera mediante el pago de aranceles, y el contrabando técnico y bruto que ha saturado el mercado nacional.
Aunque negó que existan cupos de importación autorizados por el gobierno federal, García Chávez admitió que las importaciones sí están ocurriendo bajo un esquema legal, mediante el pago del arancel vigente de $360 dólares por tonelada, el cual calificó como obsoleto, ya que no se ha actualizado desde hace 30 años.
“Cualquiera que pague el arancel puede importar, no hay restricción. Pero eso no quiere decir que haya autorización directa. Lo que hace falta es actualizar el arancel y cuidar más nuestras aduanas. Las fronteras están porosas y se ha aceptado que hubo corrupción en Aduanas. Hoy se reconoce que por ahí entra azúcar de mala calidad desde Centroamérica”, dijo.
García Chávez también señaló que esta situación ha afectado gravemente a los productores nacionales, sobre todo a los de menor escala, que producen menos de 40 toneladas por hectárea, y que constituyen la mayoría. Aunado a ello, el desplome del precio del azúcar en centrales de abasto –de hasta 30 pesos por kilo a menos de 15 pesos– ha recortado el margen de ganancia para los productores cañeros, dejándolos al borde de la rentabilidad.
Sobre la responsabilidad de esta crisis, el funcionario fue enfático: “Todos somos corresponsables”, incluyendo al gobierno federal, líderes cañeros, comercializadores y hasta los propios productores que han dejado de invertir en mejorar sus campos.
¿Y el apoyo al productor?
Cuestionado sobre si habrá algún tipo de rescate o subsidio, García Chávez fue tajante: “No habrá apoyo económico directo, eso alimenta el paternalismo. Lo que debe haber son inversiones a mediano y largo plazo: nuevas variedades de caña, mejora en productividad, y acceso a financiamiento con tasas accesibles.”
También adelantó que por instrucción presidencial, Pemex deberá comenzar a utilizar caña para la producción de etanol como biocombustible, lo que abre una nueva oportunidad para utilizar excedentes de caña y estabilizar el mercado, aunque aún no hay plantas definidas.
Azúcar vs. fructosa: una batalla pendiente
Finalmente, criticó que mientras la entrada de azúcar enfrenta obstáculos, la importación de jarabe de maíz de alta fructosa continúa sin regulación alguna, a pesar de que su consumo tiene un impacto mayor en la salud pública.
“Desde el TLCAN en 1994 abrimos la puerta a la fructosa sin restricciones. Hoy, nuestros productos están llenos de este edulcorante. Hay una oportunidad real para que el gobierno lo regule, pero hasta ahora no ha pasado ninguna propuesta legislativa”, denunció.
García Chávez concluyó llamando a todos los actores del sector a asumir su parte de responsabilidad y a unirse para construir soluciones que no dependan exclusivamente del Estado: “Pongamos nuestro granito de azúcar para mejorar esto. Si no lo hacemos ahora, el sector cañero no va a mejorar, sino a colapsar.”