José Vargas.
Agua Dulce, Ver.— Una tortuga marina fue localizada muerta esta mañana en las orillas de la playa Las Palmitas, frente a la conocida palapa de Silvia, en el municipio de Agua Dulce. El ejemplar fue arrastrado por la marea hasta la orilla y, de acuerdo con testigos, presentaba lesiones visibles en su caparazón. Hasta el momento no se ha reportado la llegada de personal de Protección Civil ni de instancias ambientales federales como la Profepa o Semarnat para atender el hallazgo y brindar el tratamiento adecuado al cuerpo del animal.
Este hecho ha generado inquietud entre habitantes de la zona y defensores del medio ambiente, ya que se suma a una serie de casos similares registrados en playas del sur de Veracruz. En los últimos años, se han documentado múltiples apariciones de tortugas marinas muertas en las costas de Agua Dulce, Coatzacoalcos y Villa Allende, algunas de ellas vinculadas a factores como la contaminación por hidrocarburos, el contacto con embarcaciones, el enredo en redes de pesca y la ingesta de residuos plásticos.

Durante 2024, organizaciones ambientales alertaron sobre el aumento de estos casos, particularmente tras un derrame de crudo en la franja costera entre Coatzacoalcos y Agua Dulce, donde decenas de especies marinas fueron encontradas sin vida, entre ellas varias tortugas. En otros casos, necropsias revelaron restos plásticos en el tracto digestivo de los animales o señales de asfixia por basura marina.
Ante este nuevo hallazgo, activistas y ciudadanos han reiterado su llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que refuercen las acciones de monitoreo y respuesta ambiental. Además, exigen la aplicación de protocolos adecuados cuando ocurren estos decesos, ya que los cuerpos muchas veces son ignorados o retirados sin análisis, lo que impide conocer las causas reales de muerte y tomar medidas correctivas.
El litoral sur de Veracruz es hábitat y ruta de anidación de varias especies de tortugas marinas, algunas de ellas en peligro de extinción. Por ello, los especialistas insisten en que cada hallazgo debe ser atendido con responsabilidad, no solo como un hecho aislado, sino como parte de una problemática ambiental que continúa creciendo y requiere atención urgente.