Ciudad de México.- Tres jóvenes originarios de la región central de Veracruz se encuentran gravemente heridos luego de quedar atrapados en la explosión de una pipa de gas licuado de petróleo (GLP) ocurrida el pasado miércoles 10 de septiembre en el Puente de La Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, un incidente que ha dejado un saldo preliminar de al menos ocho personas fallecidas y 94 lesionadas, 22 de ellas en estado crítico.
Entre los afectados se encuentran Giovany Martínez, estudiante del Instituto Politécnico Nacional (IPN) originario de La Ventana, municipio de Alpatláhuac, y Óscar Rubén, de la comunidad de Tozongo, en Coscomatepec. Ambos presentan quemaduras severas y permanecen hospitalizados en la capital.
Giovany Martínez sufre quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo y se encuentra internado en el Hospital Magdalena de las Salinas.
Por su parte, Óscar Rubén recibe atención en el Hospital de Especialidades Emiliano Zapata, mientras su familia busca trasladarlo a un centro médico con mayor capacidad para su pronta recuperación.
En un tercer caso, se reporta a Erick Mateo Terán Hernández, de 26 años y originario de Maltrata, quien laboraba como conductor.
Erick manejaba un camión tipo torton y fue alcanzado directamente por las llamas tras la deflagración. Testigos relataron que salió corriendo envuelto en fuego y que personas cercanas intentaron ayudarlo a sofocar las llamas.
Actualmente recibe atención médica especializada debido a la gravedad de sus lesiones.
Familiares de los tres jóvenes han solicitado apoyo económico a través de redes sociales y campañas de recaudación para cubrir los gastos médicos no contemplados, que incluyen medicamentos, terapias y posibles intervenciones quirúrgicas.
El siniestro, catalogado como uno de los más fuertes en la Ciudad de México en los últimos años, movilizó a decenas de elementos de emergencia.
La pipa, que transportaba más de 49 mil litros de GLP, volcó y provocó una fuga que derivó en una violenta explosión, afectando alrededor de 28 vehículos.
La comunidad de Maltrata y otras localidades veracruzanas ya se han organizado para recaudar fondos y brindar respaldo a las familias afectadas, conscientes de los altos costos que implica la atención médica en casos de esta magnitud.
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