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Orizaba.- Abusando de sus influencias y apoyado por cuatro policías municipales y dos patrullas, Fernando Trueba Coll, suspirante por la presidencia municipal de Orizaba, echó de su restaurante a una persona que pretendía pedir una ayuda a sus comensales.
Lo mismo deberían de hacer pero los inspectores de Comercio para desalojar la banqueta que Trueba le ha arrebatado a los ciudadanos montando una terraza que invade la vía pública con mesas y sombrillas, bajo el amparo del alcalde Igor Rojí.
Los policías se supone deberían estar cuidando a los orizabeños y no al líder de la mafia del poder fifí, quien ya mostró que es capaz de humillar a los ciudadanos.
Y es que además de ser investigado por corrupción al beneficiarse presuntamente con contratos del Ayuntamiento para hoteles y eventos, a la oficina que dirige le deberían de cambiar el nombre por “Dirección de Desarrollo Inhumano”.
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