CRÓNICAS, RELATOS Y LEYENDAS DE ATOYAC, VER. 17 de septiembre de 2025 Serie: De Personas y Personajes. Son las 10 de la noche, de la ciudad de México ha salido el tren nocturno con destino a Veracruz Puerto, en Esperanza, Pue., se le ha unido la máquina eléctrica 1102, estás máquinas servirán de apoyo para ayudar a las máquinas de vapor subir la sierra de Acutlzingo entre Paso del Macho, Ver. y Esperanza, Pue., tras varias horas de viaje, al pasar la Estación Paraje Nuevo, se escucha el grito del auditor "próxima estación, Potrero", en el vagón de primera clase empieza el movimiento, aquella madre despierta a sus hijas y se prepara para bajar, al llegar a aquella estación donde se puede leer, POTRERO, escondido en un valle fértil donde se cultiva caña de azúcar y café, se encuentra aquel ingenio azucarero donde trabaja su esposo, cerca de las 4 de la mañana, baja aquella mujer, alta, de gran presencia, ojos tapatíos, negros como la noche, carácter fuerte, toma a sus hijas de la mano y al marchar el tren, todo queda a oscuras, se molestia, al darse cuenta que nadie la ha ido a esperar es notorio, a lo lejos ve la luz de una lámpara y camina hacia ella, es el guardavias, le pregunta el como llegar al ingenio El Potrero, aquel viejo le dice, a 50 metros va a encontrar la barda y ahí es el ingenio, camine junto a la barda y encontrará las casas de los jefes. Aquella bella mujer, toma a sus hijas y recorre el camino indicado, una tenue luz alumbra la agencia municipal, la cooperativa de los obreros y la vieja báscula donde se pesan las góndolas cañeras, camina pegada a la barda perimetral, en su camino encuentra una fila de carreras cargadas con caña jaladas por un par de bueyes, cruza con temor, sigue su camino, siempre al costado de la barda, tenues luces al fondo, le indican el camino, ve aquel viejo edificio que sirve como hotel, se cruza con algunas señoras que cargan sus cubetas con nixtamal, van al molino, aquel moderno molino de nixtamal que han construido detrás del edificio que después será el Centro de Salud, al terminar la barda, se encuentra con aquella colonia donde vive su esposo, la Col. McClean. ¿Quien es aquella mujer?, ¿Que hace en el ingenio El Potrero?, ¿A quien visita?. En su libro, "Dos veces única", Elena Poniatowska nos narra la llegada de Lupe Marin a Potrero a ver a su esposo el Ing. Químico Jorge Mateo Cuesta Porte Petit. Nacida en Cd. Guzman, Jal. el 16 de octubre de 1895, son sus padres Francisco Marin Palomino e Isabel Preciado Cardenas, rebelde desde pequeña, abandona el colegio Jerezano de Guanajuato, un colegio de monjas donde la han enviado sus padres y se va a vivir a la ciudad de México, donde, por su belleza, pronto será contratada como modelo y después actriz; en el año 1920 es contratada por el pintor Diego Rivera como su principal modelo, dos años después, contraen nupcias. En el año de 1927, en una tertulia en la ciudad de México, el novel poeta Jorge Cuesta la ve por primera vez y queda enamorado a primera vista de ella, la corteja y le propone matrimonio; al enterarse de que su hijo piensa casarse, Jorge Cuesta padre, manda a su hijo a un viaje alrededor del mundo tratando de persuadirlo de casarse con Lupe Marin, al saber que el esposo de ella, es nada más y nada menos que el "Comunista" Diego Rivera. Al hijo no le queda más que obedecer al padre e incia el viaje, zarpa de Veracruz con rumbo a Europa, empieza a recorrerla y estando frente a la torre Eiffel se acuerda de aquel amor y decide regresar a México, al llegar a la ciudad, busca a Lupe a Marin y en un momento de locura la rapta, con el consentimiento de ella, y se la trae a vivir al Ingenio El Potrero, ingenio donde realizó sus prácticas profesionales para obtener el titulo de ingeniero químico. Durante los siguientes dos años, Lupe Marin va a vivir en Potrero, mientras su esposo trabaja en el laboratorio, ella pasa las horas al cuidado de sus hijos, camina por las calles polvosas del pueblo, cuida las flores del jardin, corta frutos de los árboles que hay en los alrededores, platanos, mangos, naranjas, guayabas, pomarosas y hasta duraznos, las niñas corren a juntar huevos que han puesto las gallinas la noche anterior, gansos, guajolotes y algunos cotorros son parte de la fauna que rodea la casa. Su casita es pequeña, dos cuartos, 4 camas, una mesa, un pequeño librero, afuera está el bracero que casi nunca se usa, sus alimentos los toman en el comedor atendido por el joven Chino Eng Win Lao. Por la tarde, Lupe Marin conoce el interior del ingenio, a su paso, los obreros quedan impactados por su belleza, ellos los saluda con aprecio y sigue su camino del brazo de su esposo y se da cuenta de la estimación que tienen por el, conoce las calderas, el molino, los tanques de guarapo y el laboratorio donde trabaja su esposo, regresan, y Jorge dice a las niñas que las va a llevar al río, caminan entre las casas y llegan al camino que los va a llevar al puente que une el pueblo con la hacienda TresGallos, un puente de madera, del cual hoy en día podemos ver los paredones que soportaban el paso de carretas cargadas con caña, café, tabaco y otros productos del campo, desde el puente, les muestra la planta hidroeléctrica que genera la energía suficiente para que trabaje el ingenio, del otro lado ven a unas señoras lavando ropa en las piedras del río, los niñas nadan o descansan, bajan al río, las niñas agarran pecesillos que andan alegremente y luego los regresan al agua, la vida en El Potrero no es como la había soñado, sin embargo, el estar al lado del hombre que ama, hace la vida más fácil. El siguiente sábado, la rutina cambia, la vida monótona de escuchar el canto de las aves y el paso del tren, el aroma a melaza y tabaco, es día de salir al mercado, ese mercado que se ha construido frente a la estación de ferrocarril, una casona de madera de dos aguas donde va a encontrar un poco de paz, ahí se vuelve el foco de atención, nos cuenta Elena Poniatowska en su libro, "que el mercado es lo más cercano a la felicidad" para Lupe Marin, el aroma de las frutas y verduras la reconcilia con la vida, ahí es el foco de atención, "pase marchanta", "pase niña bonita", "que va a mercar guerita", le ofrecen cazuelas, jarros, artesanías, aguacates, mangos, pruebe está rica naranja, pasea por el mercado mientras las marchantas le ofrecen chiles de varios tipos, jitomates, zapote negro, calabazas, pasa por los puestos de comida, el aroma de las especies entran por su nariz y la llevan a otro mundo, el aroma de la barbacoa traída de Puebla le llama la atención, le dan su probadita la cual come con gusto, pasa por más puestos, ve desde huaraches, petates, hasta pequeños animales de campo como toches y mapaches que llegan a vender, compra algunas cosas para la casa y fruta para las niñas y regresa a la rutina del hogar. Para hacer menos tediosa su rutina, empieza a escribir su primer libro, "La Única" donde va a narrar temas muy fuertes para su época, sin faltar la crítica a las elites intelectuales, políticas y artísticas de la época, los personajes principales seran Marcela, personaje inspirado en ella misma, Gonzalo (Diego Rivera) y Andrés (Jorge Cuesta) la cual va a publicar hasta 1938. Tras problemas matrimoniales con Jorge Cuesta, se divorcia y regresa a vivir a la ciudad de México. El 31 de agosto de 2014, la escritora Elena Poniatowska llega al Ingenio El Potrero buscando información sobre Lupe Marin y Jorge Cuesta, en el recorrido "Tras los pasos de la gata", recorre la gerencia del ingenio y es llevada a la casita donde vivieron su idilio Jorge y Lupe, tras ser advertido por las autoridades municipales que no podría entablar conversación con la Sra. Elena Poniatowska, no me quedo de otra que acatar las instrucciones del secretario del ayuntamiento, Angel Areche, y recordando aquella frase que dice "El que obedece no se equivoca"solo participe en los recorridos, el cual concluye frente a la casa donde vivieron nuestros personajes, y ahí, surgen las preguntas de la Sra. Elena, nadie contesta, todos admiran a tan ilustre personaje, pero se va con la respuesta del gerente que solo atino a decir el sobrenombre con el cual fue conocido Jorge Cuesta, "El alquimista triste", con una cara de tristeza, la Sra. Elena busca respuestas, y nada, el silencio puede cortarse hasta con un cuchillo sin filo, de pronto, se escuchan esas palabras que con todo respeto doña Elena trata de decir "que ignorantes son" y pregunta, ¿Cómo es posible que en este pueblo nadie conozca la historia de estos dos grandes personajes de la historia de México? Y es cuando se escucha mi voz, yo sí conozco la historia y durante media hora me enfrasco en una amena plática con Elena Poniatowska, la cual será parte de una crónica aparte.
Créditos: Gabriela Sevada, quien me ha compartido parte del libro “Dos veces única”; Elena Poniatowska, plática de frente a frente en Potrero Ver.; Andrés Cupertino Ramírez Rodríguez quien me proporciono las fotografías de la visita de Elena Poniatowska y el joven Edgardo González Mendoza por su invitación a la visita de Elena Poniatowska.Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales.