En los últimos seis años, 91 migrantes veracruzanos murieron en su intento de cruzar por la frontera México- Estados Unidos, ocupando el quinto lugar a nivel nacional en fallecimientos, según la información de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con las cifras del 2019 al primer semestre del 2024, 2 mil 794 migrantes mexicanos murieron en su intento por cruzar rumbo a Estados Unidos, los estados con mayor número de fallecimientos reportados son Chiapas con 163 migrantes, Estado de México con 119, Oaxaca con 118 y Puebla con 137 casos. Pero hay más de 1 mil 200 casos donde se desconoce la identidad de las personas fallecidas.
Las edades se concentran en personas de 18 a 45 años, aunque hay 562 personas fallecidas que eran menores de edad.
Los veracruzanos fallecieron en estados como Arizona, California, Nuevo México y Texas. La mayoría por deshidratación, ahogamiento, accidentes, complicaciones de salud, hipotermia y homicidio. Solo en los últimos dos años – 2023 y 2024- Veracruz registró la muerte de 18 migrantes en la frontera en su intento por ingresar a territorio de Estados Unidos.
¿Cuál es la ayuda para personas fallecidas en Estados Unidos?
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a través de su red consular en la frontera de Estados Unidos, proporciona asistencia y protección consular a las familias de las personas mexicanas que fallecen en su intento de cruce hacia ese país. Este apoyo incluye una serie de procedimientos, que van desde la notificación del hallazgo de los restos hasta la identificación y traslado de los cuerpos, siempre bajo la colaboración entre autoridades mexicanas y estadounidenses.
Cuando los restos de personas mexicanas fallecidas en su intento de cruce indocumentado son encontrados en la zona fronteriza, estos son enviados a las oficinas forenses de Estados Unidos, quienes posteriormente notifican a los consulados mexicanos en caso de que los restos puedan pertenecer a nacionales mexicanos. Además, otras autoridades como la Patrulla Fronteriza, alguaciles y departamentos de policía también informan a la red consular mexicana sobre los hallazgos de restos que podrían corresponder a mexicanos.
Las oficinas forenses suelen solicitar el apoyo de la red consular para localizar a los familiares de los fallecidos y coadyuvar en la identificación de los cuerpos. En los casos donde la identificación visual no es posible, se intentan otros métodos como la comparación de huellas dactilares. Si esto tampoco tiene éxito, los forenses recurren a estudios de ADN para realizar la identificación.
Cuando se requiere, las representaciones consulares ayudan a identificar pistas que podrían llevar al contacto con los familiares. Una vez obtenidos los nombres y datos de contacto, los consulados se convierten en la primera instancia para notificar a los familiares en México y explicarles los procedimientos determinados por la oficina del médico forense local.
La SRE también participa en el proceso de identificación a través de la colaboración con la Patrulla Fronteriza, especialmente cuando se necesita comparar huellas dactilares. En los casos más complejos, donde los estudios de ADN son necesarios, la red consular facilita la toma de muestras biológicas de los familiares. Estas muestras son enviadas a México para su procesamiento, y, una vez analizadas, el resultado se comparte con las autoridades forenses estadounidenses para continuar con la identificación.
Además, la SRE mantiene Memoranda de Entendimiento con la Universidad del Norte de Texas para agilizar y facilitar la identificación de personas desaparecidas en la frontera. No obstante, la SRE ha especificado que, aunque colabora con este mecanismo, son las autoridades estadounidenses las únicas responsables de la identificación y pueden rechazar estudios realizados en México o por otras instituciones.
En cuanto a los gastos funerarios, la SRE proporciona apoyo económico para los servicios básicos de traslado de restos y/o cenizas de las personas mexicanas fallecidas. Este apoyo tiene un monto máximo de 1,800 dólares estadounidenses, sin necesidad de una autorización previa de la Dirección General de Asuntos Consulares.
Fuente y Foto: AVC/atf
Editor: Alonso Talavera Fernández