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Carlos Manuel Vasconcelos Guevara, líder de la CTM regional, advierte su salida del PRI y su renuncia a esa central obrera. En el sigilo, en reuniones en corto, dice a sus adeptos que irá por la alcaldía de Coatzacoalcos como candidato independiente.
* También deja la CTM regional * Parlotea que será candidato independiente * Presume negociación para imponer dirigentes del PRI * Felipe Hernández Pulido avanza hacia el PRI en Coatza * La senadora y el escándalo del Gato * Pluvial del Golfo: la piruetas de Oliver * Christopher Alan Santos, el joaquinismo en Movimiento Ciudadano
MUSSIO CARDENAS ARELLANO
Publicada en mussiocardenas.com
1 de marzo de 2020
Hay una desconexión entre la lengua del cacique y la mente del cacique, entre la palabra del líder y la sensatez del líder, entre la lealtad al PRI y las ganas por enfrentarlo y ser su rival. Atisba, pues, Carlos Vasconcelos la renuncia: “No tardo en separarme del PRI”.
Hay una desconexión entre la lengua del cacique y la mente del cacique, entre la palabra del líder y la sensatez del líder, entre la lealtad al PRI y las ganas por enfrentarlo y ser su rival. Atisba, pues, Carlos Vasconcelos la renuncia: “No tardo en separarme del PRI”.
Leva anclas el dirigente obrero que tuvo, administró y se valió por 34 años de la CTM en el sur de Veracruz para atesorar poder, incidiendo en la vida del PRI, imponiendo regidores, avalando diputados, cara a cara con alcaldes, sumiso al gobernador en turno, callado ante Javier Duarte, haciendo del sindicalismo un imperio, un negocio fastuoso, Odebrecht, los comedores, el transporte de personal, arrojando ganancias que se miden en los millones que la imaginación pueda alcanzar.
Se va del PRI Vasconcelos y también de su central obrera, la Confederación de Trabajadores de México. “Ya no tardo —pregona— en dejar la CTM”.
Su brinco no es retiro. Construye una candidatura independiente por la presidencia municipal de Coatzacoalcos, la opción que en 2017 rechazó cuando los suyos y los ajenos le sugerían contender fuera del PRI. Necio como es, no escuchó, cargó con el efecto Javier Duarte, sufrió la traición del entonces alcalde, Joaquín Caballero Rosiñol, que ya había pactado con Morena, y perdió.
Boquiflojo, Vasconcelos cuenta en corto, a puerta cerrada, cómo arma su infraestructura electoral, su proyecto de trabajo, los cuadros que irán tras las firmas de los ciudadanos, la recolección de copias de credenciales de elector. Lo suyo, por si no lo midió, es campaña adelantada y viola la ley.
El cacique se va del PRI pero deja infiltrado al PRI. Sus grupos afines permanecen y, presume, negocia por ellos, pelea por ellos y los impone en la dirigencia del comité municipal de Coatzacoalcos. O sea, Vasconcelos será rival del PRI pero tendrá el control cupular priista, los votos de sus operadores, la información clave del tricolor en la elección de 2021.
Tres audios —más de 75 minutos de grabación— detallan la campaña adelantada de Carlos Vasconcelos a la alcaldía de Coatzacoalcos, la operación para cumplir los requisitos de ley, el voto corporativo en las organizaciones cetemistas —“el día de la votación me traes esos 50 o no te vuelves a parar conmigo aquí”— y el ofrecimiento del PAN y los partidos nuevos a ser su candidato.
En uno de los audios, con duración de 48 minutos, Vasconcelos revela su fórmula para enfrentar a los delincuentes comunes si llega a la alcaldía, vía militares, integrantes de su escolta, quienes reparten ya “silbatos” entre los vecinos de la colonia El Tesoro para protegerse. O sea, la guerra de los silbatos.
Insólito lo que se escucha en otra parte del audio: cómo transparentar los moches de constructores. “Un 5 por ciento pero dámelo delante de toda la gente”.
El cacique se engalla. El cacique recuerda. El cacique repasa la última elección, su fracaso al intentar ser presidente municipal. Dice:
“En lo personal fracasé. No pude lograr lo que yo quería para poder servir, ayudar como yo sé hacer. Hoy nuevamente —parece que no entiendo— voy a buscar la candidatura a la presidencia municipal. La voy a buscar pero ya no por ningún partido, ni en el mío propio. La voy a buscar independiente”.
Abunda:
“La estamos trabajando. La vamos a buscar porque me han invitado dos, tres o cuatro partidos, entre ellos el PAN y los nuevos partidos: que sea el candidato de ellos. Pero les he dicho: yo no traiciono y además no soy desleal”.
De su renuncia al PRI, Vasconcelos apunta:
“Me voy a salir. Voy a pedir la salida ya para buscar la candidatura independiente. ¿Qué es esto? Al ser independiente, nosotros ponemos a nuestros regidores y a nuestro síndico. No me los va a imponer ningún partido. Va a aparecer la gente de la sociedad civil en que todos tengan la capacidad, pero ya nuevas caras”.
De su salida de la CTM, precisa:
“Díganme en qué fallé o en qué he fallado o en qué los he afectado. A la mejor sí los afecté en algo. A la mejor una tercera persona los afectó y dicen Vasconcelos o CTM Vasconcelos. Que ya no tardo en dejar la CTM. Y ya no tardo en separarme del PRI. Porque hasta en eso me juzgan. Dicen ‘eres priista, ya no voto por ti’. Pero una cosa es PRI como institución, como Morena, PAN, y otra somos los hombres que cometemos tantos errores. Eso es lo que hay que separar.
A lo largo de 15 minutos, con lenguaje rupestre, Carlos Vasconcelos diserta sobre el plan para captar operadores. Cada líder sindical, cada integrante de su equipo, cada familiar o amigo se compromete a aportarle 50 firmas de ciudadanos. En suma, más de 7 mil 400 firmas y más de 190 seccionales.
“Nuestros amigos de Morena —agrega— comienzan con 16 mil votos seguros. ¿Por qué 16 mil? Porque les dan a los ‘ninis’ y a los señores de edad”.
Luego habla del voto corporativo, el voto obligado:
“Con los secretarios generales (de la CTM) es una obligación. Ahí sí les digo: es tú responsabilidad. Tú me traes 50 mínimo, punto. Los vendes, los compras, no sé. No quiero saber pero el día de la votación me traes esos 50 o no te vuelves a parar conmigo aquí”.
Y reitera que renuncia a la dirigencia cetemista y al PRI:
“Voy a dejar la CTM ya. Voy a dejar el PRI. Eso es lo último que queda en la vida. Tengo 66 años. La vida ya no me da la oportunidad. Se lo he dicho a mis secretarios generales.”.
Vasconcelos renuncia al PRI pero mantendrá el control del PRI en Coatzacoalcos. Presume haber negociado la llegada del líder de la FSTSE y dirigente del sector popular, Matías Pacheco.
“En el PRI va a quedar Matías Pacheco. Todos estos están organizados con nuestra amistad. Él va a quedar como líder del PRI. Coinciden conmigo todos. Estamos ahí, estamos haciendo una pelea para que quedara él al frente”.
Niega que el ex alcalde priista Marcelo Montiel intente llegar al cargo por tercera vez:
“No viene ya Marcelo. Hay problemas. Es mi amigo personal. Ojalá viniera pero ya está grande. Tiene problemas de salud como cualquiera de nosotros. Es un buen hombre. Ya le tocó a él y no sé quién pudiera venir”.
Y tiene un momento de luz: la institucionalización del diezmo.
“Si da uno una obra, ese contratista está muy acostumbrado a dar un porcentaje. Yo lo cambiaría abiertamente. Decirle a la persona, ¿cuánto? 5 por ciento. Sale, pero dámelo delante de toda la gente. Y lo hacen”.
El extravío es brutal. Su realidad política se equipara al clímax de un carnaval. Donde cabe la mesura, hay frenesí. Vasconcelos ve legal lo ilegal.
Dice ser leal pero no lo es. Es mañoso y tramposo. Su lealtad consiste en renunciar, ser rival del PRI y enfrentarlo en la contienda por la alcaldía de Coatzacoalcos.
Se va del PRI y siembra a sus cuadros en la presidencia del comité municipal. ¿Para quién serán los votos de sus adeptos? ¿Para el candidato propuesto por el tricolor o para el candidato independiente, quizá de Morena, que negoció, regateó y los impuso en la cúpula local?
La incongruencia es total. La lengua traiciona a la mente del cacique. La palabra riñe con la sensatez. La lealtad no existe cuando se advierte el deseo de enfrentar al partido que lo formó.
El primer paso es dejar al PRI.
Archivo muerto
A falta de unidad, el PRI vuelve la mirada hacia Ramón Hernández Toledo. Su hijo, Felipe Hernández Pulido, ex regidor, avanza hacia el comité municipal del tricolor en Coatzacoalcos. Inciden en ello factores como la cercanía del líder real de la Sección 11 del sindicato petrolero con grupos y corrientes priistas, desde Carlos Brito hasta Marcelo Montiel, su ascendiente con ex gobernadores, ex senadores, ex diputados federales y locales, y el poder económico con el que don Ramón se habla de tú. Si el factor dinero —los gastos del PRI, nómina y servicios— y el nexo con el marcelismo son el dilema, hay razones de sobra para establecer que la solución política es Ramón Hernández Toledo. Sábese que ya hay acuerdo sobre la mujer que iría en fórmula con Felipe Hernández Pulido. Y si la bronca sigue, la consulta a la base despejará dudas… Por “El Gato” de sus amores, Claudia da la vida. Le perdona un sainete sexual en Villa Allende, acusado de haberse llevado a una menor de edad, ser aprehendido y liberado cuando tras la presión, el padre agraviado se retractó. Por “El Gato”, como le apodan, la senadora se enfrasca en pleitos digitales, polémicas y argüende en las “benditas redes sociales” y hasta le lanza amenazas a su mentora y hacedora, Rocío Nahle García, hoy secretaria de Energía en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Teléfono en mano, Claudia Balderas Espinoza captó la trifulca que nació del incidente de tránsito cuando su amorcito y asesor, Mario Espinoza Zetina, “El Gato”, golpeó una motocicleta de la policía de la Ciudad de México, fue intervenido, bajado de la camioneta, hallado entre su pasaporte una bolsa de plástico con un polvo con características de coca y llevado a la delegación. Claudia Balderas difundió el video en cámara lenta con el que sostiene le sembraron la droga. Pero lo que dijo y le dijeron en las redes fue un vendaval, ella vapuleada, ella trenzada como si lo suyo fuera el arrabal hasta que la senadora soltó la frase que dimensionó el nivel de su estrechez mental: “Y tú Rocío, crees que estás en Veracruz. Hay videos de lo que mandaste a hacer”. Horas después, “El Gato” andaba libre, la policía informaba que fue incidente de tránsito, que la “senadora” se haría cargo de los daños y nadie volvió a invocar la bolsa con el polvo que parece coca. Nadie supo qué arrojó el examen antidoping al “Gato” Espinoza, ni si le fue practicado a la senadora. Morena se aplacó y Claudia Balderas también, máxime cuando se produjo el posicionamiento del líder cameral, Ricardo Monreal, con aquello de que ahí —Morena en el Senado— no se solapa ni se encubre y que se deslinden responsabilidades. A la senadora hasta los videos mágicamente se le borraron y de su preciado “Gato” solo apuntó que no es su asesor. Pues no pero es su novio. Fue asesor con salario de 60 mil pesos al mes, pagados por el Senado de la República, pese a un antecedente por posesión de droga en Estados Unidos. Vulgar pendenciera, de lenguaje procaz, nada tiene Claudia Balderas de senadora. Al escaño arribó por tómbola, en una lista plurinominal de Morena, con la venia Rocío Nahle, su madrina, su creadora. Claudia Balderas es senadora por accidente, por una casualidad política, sin talento ni prudencia; de ahí la soberbia, el escándalo, el chantaje verbal. Rocío Nahle, como siempre, sin tino para escoger a su gente, imponiendo piltrafas políticas, algunas ligadas a hechos delictivos, narcomenudeo, falsificación de firmas, secuestro, regidores procaces, inmorales y una caterva de cobardes dedicados a la difamación y al ataque en redes sociales. Y mientras Claudia Balderas permanezca en el Senado, Nahle será responsable política de las andanzas de la senadora y su “Gato”… ¿Es ilegal pagarle a Pluvial del Golfo, como afirma el regidor Oliver Damas? ¿Hay otras formas de evitar cubrir el adeudo millonario del ayuntamiento por la pavimentación del último tramo del malecón costero de Coatzacoalcos, como sostiene en sesiones de cabildo y precabildo? No, la sentencia del Tribunal de Justicia Administrativa es inatacable y de cumplimiento inmediato. Si fuera ilegal, ¿por qué Joaquín Caballero, su mentor y jefe político, ofreció saldar el pago mediante un convenio en tres parcialidades, aunque no lo concretó? ¿Por qué maniobró Caballero para pagar con un terreno en Ciudad Olmeca, o sea pago en especie, sin haber consultado si Pluvial del Golfo estaba de acuerdo; engañó al Congreso de Veracruz y cuando la constructora respingó, la Legislatura negó la autorización? Oliver Damas, priista, plegado al alcalde morenista Víctor Manuel Carranza, ha engañado impunemente al resto de los regidores, conduciéndolos a incurrir en desacato a las sentencias emitidas por el TEJAV. Otro caso similar, el de Martha Montalvo, ex trabajadora del ayuntamiento que ganó su juicio laboral, mereció un apercibimiento con el posible uso de la fuerza pública del que fueron notificados todos los integrantes del cabildo, y de no haber pagado, el escándalo habría sido mayor, llevados Carranza, la sindica Yazmín Martínez Irigoyen y los 13 regidores a Xalapa en patrullas policíacas. El filo y las tretas de Oliver Damas se conjugan con la ingenuidad de unos ediles y la mala leche de otros. Pero al final todos serán sancionados y destituidos si conculcan el pago a Pluvial del Golfo. Viene nueva sentencia… Con la bandera del ambientalismo, el rollo motivacional, el deporte y el rescate de parques, Christopher Alan Santos quiere un lugar en la boleta electoral de 2021. Construye una candidatura a partir de temas de interés público y un proyecto definido, “Ciudadanos por Coatzacoalcos” con el que se convierte punta de lanza de Movimiento Ciudadano (MC) para la próxima contienda, sea la alcaldía, una diputación, lo que les dé para asegurar espacios de poder. Christopher Alan Santos, quizá lo único salvable del joaquinismo, ex director de Catastro, se inscribe en la alianza entre Dante Delgado Rannauro, senador y dueño de MC, y el ex alcalde Marcelo Montiel, cuya operación política arrancará un cúmulo de votos a Morena, PRI, PAN y PRD en la elección de 2021…
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