PENDULO
“Pensamiento en el tiempo”
Desaparecidos
Por: José Alfredo Riverón Mora
Desaparecer es el efecto de sustraerse a la visión ajena.
Utilizamos el término “Desaparecido” cuando una persona súbitamente pierde contacto con las personas que convive. Los medios han convertido el término en sustantivo común y adverbio aún cuando originalmente es verbo. Pero en sí es una tragedia social que estemos exponiendo esta calamidad.
Cuando las bandas delincuenciales secuestran y no devuelven a una persona, se dice que la desaparecen, lo que sucede con frecuencia en la mayor parte del país. Entre enero y junio de 2019 se registraron 3,679 desaparecidos, mientras que para el mismo periodo en 2020 se reportaron 2,332 desaparecidos.
Según este registro, entre 1964 y junio de este año se reportó la desaparición de 177 mil 844 personas. De ellas, 104 mil 643, el 58,84%, fueron encontradas y 73 mil 201 siguen sin ser halladas. De las personas a las que se encontró, 98 mil 242 aparecieron con vida y 6 mil 401 habían fallecido.
Amnistía internacional hace una diferencia: Las víctimas de desaparición forzada son personas que desaparecen, literalmente, de entre sus seres queridos y de su comunidad cuando agentes estatales (o con el consentimiento del Estado) las detienen por la calle o en su casa y después lo niegan o rehúsan decir dónde se encuentran. En algunos casos, quienes llevan a cabo las desapariciones son actores no estatales armados, como grupos armados de oposición. Sea como sea, la desaparición forzada es siempre un delito de derecho internacional.
A menudo, estas personas nunca son puestas de nuevo en libertad, y no llega a conocerse su suerte. Con frecuencia las víctimas sufren tortura, y muchas son objeto de homicidio o viven con el temor constante de que las maten. Saben que sus familias desconocen por completo su paradero, y que es poco probable que alguien acuda en su ayuda. Incluso si escapan de la muerte y son liberadas, las cicatrices físicas y psicológicas permanecerán.
La desaparición forzada también se le califica como crimen de estado, se practica en gran parte del mundo y las víctimas en mayoría son luchadores sociales por los derechos humanos, disidentes políticos, Jueces y Fiscales, testigos presenciales.
Las desapariciones en México se han extendido, al grado de hacer surgir grupos organizados de familiares que se avocan a la búsqueda de sus seres queridos ante la falta de atención del los tres niveles de gobierno. Se creó un fideicomiso para financiar las búsquedas, que recientemente se canceló.
Grupos políticos han manipulado estas organizaciones de víctimas, creando falsas esperanzas y para atacar sectores del gobierno, pero la inactividad gubernamental propicia estas acciones.
El Gobierno tiene la obligación de buscar a los desparecidos una vez hecha la denuncia, por la cantidad: solo en 2020, 2,332 desaparecidos, hasta junio; se presume un delito en cada caso. Lo que implica un fiscal especial o fiscales estatales y una brigada investigadora para la localización e identificación.
Es impostergable crear políticas públicas de prevención, investigación y apoyo a las víctimas, con el uso de alta tecnología, maquinaria y equipo electrónico; como ejemplo, cuando se detecte una fosa clandestina que exista una brigada que inhume los cuerpos o restos e inicie un proceso de identificación de oficio. E investigar todas las posibilidades de fosas clandestinas.
Es una falta terrible no atender a las víctimas derivadas de los desaparecidos, son personas que han perdido un ser querido, es la hora de atender a las víctimas del crimen civiles, policiales o militares.
Comunicar es compartir, comparte!!!