Xalapa, Ver., 2 de enero de 2025. Jorge Sánchez, hijo del periodista y activista Moisés Sánchez Cerezo, asesinado el 2 de enero de 2015 en Medellín de Bravo, encabezó una manifestación en la Plaza Lerdo de Xalapa para exigir justicia a una década de su homicidio.
Jorge Sánchez lamentó la indiferencia del gobierno hacia los casos de violencia contra periodistas. “Han pasado 10 años y no hay justicia para mi padre. Lamentablemente, el gobierno muestra apatía en resolver estos crímenes,” expresó durante su protesta.
Recordó que en 2021 acudió a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador y sostuvo reuniones con Rosa Icela Rodríguez Velázquez, entonces subsecretaria de Seguridad Pública, así como con el exgobernador Cuitláhuac García Jiménez. Sin embargo, asegura que estos encuentros no han derivado en avances significativos.
“De todas estas reuniones, lo único que hemos recibido son promesas huecas y vacías, sin interés mínimo en hacer justicia,” subrayó Sánchez.
Lucha colectiva por justicia y memoria
En su intervención, Jorge Sánchez destacó la formación de la Red Nacional en Memoria y Lucha de Periodistas Asesinados o Desaparecidos, un esfuerzo colectivo para exigir justicia por casos emblemáticos como los de Rubén Espinosa, Juan Mendoza, Gregorio Jiménez, María Elena Ferral y Jacinto Romero, entre otros periodistas asesinados en Veracruz.
El activista denunció que la mayoría de estos casos permanece en la impunidad, y pidió a la gobernadora Rocío Nahle García que se reúna con los familiares de las víctimas. “La hemos buscado desde su campaña, pero su equipo de trabajo ha puesto un cerco que impide que nuestras exigencias lleguen hasta ella,” dijo.
Demandas concretas
Durante la manifestación, Sánchez enumeró las exigencias de los familiares y la red:
- Justicia para los periodistas asesinados y desaparecidos.
- Reivindicación de la memoria de las víctimas.
- Garantías de no repetición de estos crímenes.
- Apoyo integral a las familias afectadas.
Finalmente, Jorge Sánchez hizo un llamado a la gobernadora Nahle y a la presidenta Claudia Sheinbaum para que atiendan el problema de la violencia contra periodistas en Veracruz y el país. “Este no es un problema reciente; lleva años acumulándose. El caso de mi padre lleva 10 años desde el gobierno de Javier Duarte, y otros casos, como el de María Elena Ferral y Jacinto Romero, son de la administración de Cuitláhuac García. Todos van por el mismo camino de la impunidad,” concluyó.
El acto busca mantener viva la memoria de los periodistas caídos y presionar a las autoridades para que sus demandas sean atendidas.