José Vargas
Minatitlán, Ver.- En medio de la angustia y la desesperación, Carolina Juárez Blas, madre de una niña de seis años, ha denunciado lo que considera un posible caso de tráfico de influencias y corrupción en el proceso de custodia de su hija. Carolina asegura que Gerhard Ignacio Hernández Pulido, el padre de la menor y nieto del exalcalde de Minatitlán Ignacio Hernández Berruecos, utilizó sus influencias para obtener la custodia de la niña, a pesar de su historial de violencia y adicciones.
El 17 de junio, Gerhard irrumpió en el hogar de Carolina en la colonia Nueva Tacoteno, llevándose a la niña por la fuerza mientras ella dormía. Carolina relató que, a pesar de sus numerosas denuncias por violencia y maltrato, la jueza María Concepción Andrade falló en noviembre a favor de Gerhard, otorgándole la custodia de la menor.
Carolina ha solicitado la intervención de la Gobernadora del Estado, Rocío Nahle, y de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para que revisen su caso y garanticen la protección de su hija. En un video, se puede observar a Gerhard en un estado de alteración, sacando a la niña de la vivienda mientras Carolina intenta detenerlo, incluso subiéndose desesperada a la batea de la camioneta en la que se la llevaba.
Carolina expresó que, días después del incidente, Gerhard presentó una solicitud judicial argumentando temer que la niña fuera llevada al extranjero. No obstante, Carolina explicó que no tiene los recursos para ello y que su prioridad es el bienestar de su hija. Según Carolina, Gerhard ha sido señalado por su ex pareja por problemas de adicción a drogas y alcohol, creando un ambiente violento y amenazante.
Además, Carolina denunció que ha recibido constantes amenazas por parte de Gerhard, quien se negó rotundamente a la separación, advirtiendo que si intentaba irse, lo haría “con los pies por delante” o algo malo le ocurriría a su hija. La madre también ha recibido amenazas del equipo legal de Gerhard, incrementando su preocupación por la seguridad de su hija y la de su familia.
Carolina hace un llamado a la justicia y al apoyo ciudadano, considerando que su hija corre un grave peligro y que el fallo judicial carece de fundamento. La madre teme que la integridad de su hija esté en riesgo debido a las conductas violentas e intimidatorias de Gerhard y solicita que las autoridades revisen su caso con urgencia para garantizar la protección de la menor.