– Nombran a la Plazoleta de Los Dolores, “Plazoleta de La Maternidad”
– Arriban a Puerta de Catedral y gritan Saquen sus “Rosarios de nuestros ovarios”.
– Son instrumento del demonio les grita católica.
Orizaba, Ver.- Con una marcha feministas de Orizaba celebraron la decisión de la Suprema Corte de considerar el delito de aborto como inconstitucional ya que vulnera los derechos humanos de las mujeres.
La marcha inicio frente al Poliforum Mier y Pesado, llegando a la Plazoleta de Los Dolores, lugar donde grupos Provida con apoyo de la Iglesia colocaron La Estatua a la vida, la cuál es una mujer embarazada.
Ahí las feministas decidieron dar un nuevo nombre a la Plazoleta titulando a esta ” La Plazoleta de La Maternidad Deseada”, argumentado que toda mujer debe tener la libertad de decidir si quiere ser madre o no.
También colocaron pañuelos verdes de papel con textos, cómo ” No abortes si no estás de acuerdo, pero no decidas por las demás”, “Mi cuerpo mi decisión” entre otros, tras cantar algunas canciones las feministas decidieron continuar su marcha hacia el Parque Castillo.
Pero las feministas se fueron hacia la entrada de la Plazoleta de la Catedral, donde ante cientos de católicos que participaban en el inicio de los festejos patronales de San Miguel, gritaron consignas, “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, ” La que no brinque es Provida” y “Si el Papá fuera mujer el aborto sería Ley”.
El portón de la Plazoleta fue mandado a cerrar, desde el interior una mujer le gritaba a las manifestantes “Son instrumento del Demonio”, lo que causó multitud de risas entre las manifestantes.
Para finalizar las feministas decidieron colocar un pañuelo verde a la estatua de San Miguel, de inmediato salieron algunos católicos, pero las chicas ya habían logrado su propósito, incluso se dio un pequeño jaloneo, pero las feministas se retiraron hacia el Parque, los católicos aprovecharon para quitar el pañuelo de la estatua y se quedaron un momento por si regresaban las mujeres.
Es de mencionar que durante toda la marcha, está fue supervisada por una delegada de La Comisión Estatal de Derechos Humanos.