Historia, cultura, y Tradición.
Por: Rodrigo Valerio.
El 12 de agosto de 1854 fue dado a conocer que la composición de Francisco González Bocanegra y Jaime Nuno se convertiría en el nuevo Himno Nacional Mexicano.
Muchos intentos de himnos fueron rechazados o simplemente cayeron en el olvido hasta que, años después de la Independencia y con el dolor que los mexicanos sentían por la pérdida de Texas (1853), el expresidente Santa Anna necesitaba símbolos patrios que ayudaran a unir a la población.
Entre estos creyó necesario tener un himno que enardeciera la sangre de los habitantes del país para que, pese a las guerras, se sintieran orgullosos de ser parte de esta bella nación. La convocatoria de Santa Anna salió en el Diario Oficial y se dividió en dos partes, la primera era para la parte escrita y la segunda para la musical.
El ganador del primer certamen fue el poeta oriundo de San Luis Potosí y de padre español Francisco González Bocanegra. Al principio, Bocanegra se negaba a participar. Sin embargo, una versión de la historia cuenta que fue obligado por su prometida: Guadalupe González del Pino y Villalpando.
Guadalupe lo encerró para que escribiera un himno y concursara, pues confiaba en su talento gracias a los poemas que le escribía. También se dice que, cuatro horas después del encierro, una hoja salió por debajo de la puerta de la habitación en la que se encontraba Bocanegra. En ella estaba escrito el Himno Nacional.
En el concurso participaron 26 poetas pero se eligió la obra del escritor potosino debido a que en sus versos se expresaba la defensa de la patria; el poeta narraba en sus estrofas la situación y disposición de los mexicanos por defender a la nación ante una invasión extranjera. Además, a Santa Anna le gustó la idea porque así el gran “Vencedor de Tampico” sería recordado.
Una vez que se tuvo la letra, se lanzó la convocatoria para musicalizar el poema de Bocanegra. En esta ocasión participaron 15 compositores. El ganador del concurso fue el español Jaime Nunó.
Nunó había conocido al expresidente Santa Anna durante su visita a Cuba y recientemente había llegado a México a trabajar como director de bandas de guerra; sin embargo, pese a ser ganador del certamen, la música de Nunó no fue bien recibida por los mexicanos. Esto debido a que, al fin y al cabo, era un español y lo que menos querían en ese entonces era un himno cuya música fuera escrita por un extranjero.
No obstante, y pese a la molestia de la gente, el Himno Nacional Mexicano quedó listo con la música de Jaime Nunó y letra de Francisco González Bocanegra. Fue interpretado por primera vez en público el 15 de septiembre de 1854 en el Teatro Santa Anna (luego Teatro Nacional de México).
La dirección orquestal corrió a cargo del compositor y contrabajista italiano Giovanni Bottesini (1821-1889) –quien se encontraba en México y también había participado en el concurso–. Además, se unió la soprano Claudina Fiorentini y el tenor Lorenzo Salvi.
Empero, esa interpretación no se consideró oficial, pues el presidente López de Santa Anna no se encontraba presente en el evento. Al día siguiente, 16 de septiembre, el estreno oficial del Himno Nacional fue dirigido por Jaime Nunó y los solistas fueron la soprano Balbina Steffenone y, una vez más, el tenor Lorenzo Salvi.
Todo indicaba que el Himno iba a tener el mismo destino que los anteriores pues, al llegar al poder Juan Nepomuceno Álvarez, al Himno Nacional Mexicano, que había sido creado bajo un gobierno conservador, le fueron suprimidas dos estrofas que ensalzaban, respectivamente, a Iturbide y a Santa Anna.
Los presidentes posteriores olvidaron el himno y fue hasta el mandato de Porfirio Díaz que volvería a ser tomado en cuenta para ser interpretado en las ceremonias oficiales. Sin embargo, con el tiempo, las 10 estrofas que conformaban la composición original de González Bocanegra sufrieron diversas supresiones y modificaciones hasta convertirse en lo que cantamos el día de hoy.