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Ese jueves, entre las 10:30 y las 11:00 horas, la hermana de Lupita recibió una llamada telefónica de una mujer que le decía “Vete rápido al departamento de tu hermana porque Luis Ángel le está dando en su madre”.
Tras colgar el auricular, Juanita, la consanguínea de la víctima cargó a sus dos hijos y le pidió a uno de sus familiares que la llevara a la casa de su hermana, ubicada a poca cuadras de la casa de sus padres. “No nos tardamos ni cinco minutos en llegar porque mi hermana estaba muy cerca”, contó a Notimex.
En cinco minutos terminó con la vida de Lupita
Juanita narra que al llegar al departamento su hermana estaba tirada sobre un camino de terracería con mucha sangre a lado de ella estaba la mamá de Luis Ángel.
A los pocos minutos apareció el feminicida, él quería abrazar a Juanita y le decía en repetidas ocasiones si había logrado salvar a su esposa “Dime que salve a Lupita y a mi hijo. Me agarraba de la ropa y me repetía lo mismo, una y otra vez”, externa la joven de 30 años.
Con las primeras declaraciones, el esposo dijo que ambos fueron víctimas de un intento de robo y secuestro a su bebé, quien apenas había cumplido tres meses.
Aunque tras varias investigaciones, Luis Ángel comenzó a caer en contradicciones y demostraron que las marcas del feminicida no eran hechas por una tercera persona sino que eran arañazos que la joven había soltado para defenderse.
En las uñas rotas de Lupita había rastros de sangre e incluso encontraron rastros de la piel de su esposo.
La justicia se hizo pesar
Dos años después el Tribunal de Enjuiciamiento del Distrito Judicial de Tlanepantla, Estado de México, determinó una sentencia de 55 años por el feminicidio de Verónica Guadalupe ‘N’.
Pero la defensa del asesino pidió rebajar la sentencia, así que el 23 de mayo de 2019 el Segundo Tribunal de Apelaciones del Distrito Judicial de Tlalnepantla decidió desechar la petición e incrementar la pena a 62 años y seis meses de prisión.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]